El 9 de febrero de 2024, se informó que el Tribunal de Impugnación de la provincia de Río Negro, Argentina, confirmó la condena a cuatro años de prisión efectiva para un cabo de policía. Este agente fue hallado responsable de causar lesiones graves a un conductor mediante el disparo de un arma larga antitumulto. Los hechos ocurrieron el 10 de octubre de 2021, alrededor de las 4:30 horas, en la intersección de las calles Mitre, Primeros Pobladores y Rosales, en Fernández Oro. Durante un procedimiento, el policía se acercó al vehículo de la víctima y disparó su escopeta, provocando heridas significativas en el rostro del conductor, incluyendo una fractura mandibular y parálisis facial izquierda.
La fiscalía y la querella argumentaron que el uso del arma no fue justificado, ya que el agente no estaba en situación de necesidad de mantener el orden o defenderse a sí mismo o a terceros, según lo estipula la Ley Orgánica de la Policía de Río Negro. Además, se demostró que el policía no estaba habilitado para el uso de armas largas antitumulto y que violó la Ley Provincial 4562, que regula el uso de la fuerza a situaciones estrictamente necesarias.
El acusado sostuvo que el disparo fue accidental y que la escopeta estaba cargada desde un procedimiento anterior. Sin embargo, un perito armero refutó esta afirmación, demostrando la improbabilidad de que el arma estuviera previamente cargada y destacando el ruido característico del armado de la escopeta, el cual fue escuchado por la víctima en el momento del incidente.
Finalmente, el tribunal desestimó los argumentos de la defensa, considerándolos insuficientes para alterar la condena. La sentencia subraya la importancia de adherirse a las regulaciones sobre el uso de la fuerza y el manejo de armamento por parte de las fuerzas de seguridad, enfatizando la condena de acciones excesivas que resulten en daños graves.